Dada su especialización en campos maduros, Perenco presta especial atención al desmantelamiento de sus plataformas petroleras. Estas operaciones plantean desafíos logísticos, ambientales y económicos. Perenco es fiel a su lógica de integrar conocimientos, por lo que la empresa ya ha desarrollado habilidades esenciales necesarias para el desmantelamiento y ha emprendido varias operaciones de este tipo en el mar del Norte.

Una nueva industria

El desmantelamiento de instalaciones petroleras implica recuperar el estado original de un sitio, previo a la perforación y construcción de la estructura de operación. Por lo tanto, el cierre de una instalación, cuando es inevitable al final de la producción de sus reservas con fines económicos, es una decisión importante. Involucra tanto al operador como al estado correspondiente. Para validar la relevancia de una operación de desmantelamiento, antes es necesario realizar muchos estudios y seguir diversos pasos.

Un proyecto de este tipo demora varios años y requiere la movilización de cuantiosos recursos logísticos, financieros y administrativos. El proyecto comienza con estudios prospectivos para considerar diversas soluciones que pueden, en última instancia, permitir el reciclaje del sitio.

En algunos casos, es posible minimizar los costos reutilizando plataformas como arrecifes artificiales, estaciones meteorológicas, centros de investigación, plantas de producción energética y establecimientos de almacenamiento de CO2, etc. Perenco considera el desmantelamiento como una verdadera oportunidad de reinventar y desarrollar su negocio y de dar valor a sus habilidades de innovación.

En Perenco, nuestra tarea es, primero y principal, mantener los recursos y, de este modo, ampliar la vida productiva de los sitios maduros. El primer campo explotado por Perenco en su forma actual fue Oguendjo, que se adquirió en 1992. En 2018, este campo sigue produciendo 1500 barriles por día; ¡y debería seguir haciéndolo durante los próximos 20 años!

Un verdadero desafío para la industria

Cuando abordamos un proyecto de desmantelamiento, descubrimos una plataforma muy antigua, generalmente construida por un operador independiente, casi sin estándares documentados, que puede incluso ser de la década de 1960. El primer paso es analizar toda la instalación. Esta etapa de auditoría nos permite definir especificaciones para validar los costos de operación.

Esto va acompañado de un análisis de la normativa local y un estudio de impacto ambiental para definir con las autoridades el perímetro final de las obras que se realizarán. Además de buscar ideas alternativas para reutilizar las instalaciones, a menudo el desmantelamiento puede resultar más destructivo para el medioambiente que una solución in-situ, por lo que debemos estudiar cada caso en particular.

Para comenzar la fase operativa, cementamos el pozo en forma permanente y lo sellamos por completo. Luego, continuamos con la limpieza de todas las instalaciones que se utilizaron en el proceso y eliminamos los hidrocarburos, a fin de no contaminar el medioambiente. Este paso puede tomar varios meses. Por último, llegamos a la fase más espectacular: retirar la plataforma. Todas las instalaciones se transportan a tierra para su tratamiento final, ya sea para reutilizarlas en otro lugar o para reciclarlas según las normas medioambientales del país en cuestión.

Desde los primeros proyectos de desmantelamiento, Perenco eligió inmediatamente integrar todos los recursos, tecnologías y habilidades necesarios. En un mercado muy nuevo, prácticamente sin referencias, la empresa tuvo que desplegar todos sus conocimientos en ingeniería, crear nuevos procesos, explorar procedimientos administrativos —especialmente con respecto a los permisos— y buscar socios adecuados, sin dejar de controlar minuciosamente los costos. Gracias a nuestra experiencia en petróleo y ágiles métodos de operación, hemos obtenido beneficios reales.

Un desafío técnico y económico

En Perenco, consideramos el desmantelamiento como una explotación: con el mismo rigor y el mismo ingenio para desarrollar las herramientas más adecuadas para nuestras operaciones. No realizamos una ingeniería inversa. Desde el comienzo, decidimos desmantelar y retirar las plataformas por partes a fin de evitar la contratación de costosos buques. En lugar de trasladar 5000 toneladas por vez, realizamos dos o tres cargas. Asimismo, no usamos plataformas de perforación para cementar los pozos. Utilizamos tecnologías más flexibles y ligeras. Esta es la innovación de Perenco.

Estas opciones alternativas permiten desarrollar proyectos de conformidad con las normativas nacionales. Por ejemplo, el Reino Unido obliga a los organismos de supervisión (OGA, BEIS, etc.) a asegurar que el desmantelamiento se realice en forma segura, ecológica y rentable.

Una actividad para el futuro

El desmantelamiento representa un desafío real para el futuro, ya que cada vez habrá más campos afectados. Perenco ha forjado su reputación y su éxito desafiando la explotación en pozos marginales, donde empresas más grandes no resultan tan eficientes. 
Para Perenco, el desmantelamiento es una nueva oportunidad de desarrollar sus conocimientos, mostrar su capacidad de generar valor y plasmar el espíritu fundacional de la empresa, es decir, crear modelos alternativos, innovadores y rentables.

Además, integrar la actividad de desmantelamiento representa una oportunidad real para los empleados que buscan desafíos tecnológicos con alcance medioambiental. Participan ingenieros de perforación e ingenieros de proyecto y producción.

Nuestros desmantelamientos exitosos en el mar del Norte

Perenco es una empresa de reconocimiento internacional capaz de trabajar en cualquier lugar del mundo. Desde 2003, Perenco ha operado en el mar del Norte, donde se realizaron cuatro proyectos de desmantelamiento, dos de los cuales aún están en curso: Welland (2010 a 2016), Támesis (2013 a 2018), Tyne (iniciado en 2016) y, más recientemente, Guinevere.

El trabajo realizado por Perenco cumple con todas las normas y los costos aplicables, desde la etapa de preparación hasta la implementación operativa y liquidación, y con toda la documentación necesaria.

Un componente clave del éxito de Perenco desde su creación ha sido operar sus propios activos personalmente. En el futuro, nuestro éxito también dependerá, en cierta medida, de la capacidad de la empresa de desmantelarlos.